En mi época de estudiante tuve la suerte, un día, de poder escuchar a Luis Eduardo Aute en un espléndido concierto. Muchas de sus canciones ya las conocía; pero hubo una, inédita para mi, que me hizo sentir un escalofrío y una emoción indescriptibles. Desde entonces me persigue la melodía pero sobretodo la letra de esta canción que identifica mis pensamientos sobre en lo que se llegan a convertir algunas personas cuando detentan algo de poder y olvidan sus principios. Una frase de la canción resume perfectamente esta metamorfosis: "Antes iban de profetas, ahora el éxito es su meta; mercaderes, traficantes, más que náusea dan tristeza, no rozaron ni un instante la belleza..."
Curiosamente cuando empecé a hacer este blog tenía claro que este post iba a ser el último antes de las elecciones. Creo que después del 22-M todavía tendremos muchas cosas que comentar, por tanto alargaré este blog más allá de los 48 capítulos iniciales.
Creo que escuchar está canción va a ser una buena forma de afrontar la jornada de reflexión y creo que os animara a ir a votar a los que consideréis que reivindican el espejismo de intentar ser uno mismo, ese viaje hacia la nada que consiste en la certeza de encontrar en tu mirada la belleza...
Os dejo con la canción y la letra. Dedicada a quien se sienta aludido.
Enemigo de la guerra
y su reverso, la medalla,
no propuse otra batalla
que librar al corazón
de ponerse cuerpo a tierra
bajo el paso de una historia
que iba a alzar hasta la gloria
el poder de la razón...
Y ahora que ya no hay trincheras,
el combate es la escalera
y el que trepe a lo más alto
pondrá a salvo su cabeza
aunque se hunda en el asfalto
la belleza...
Míralos como reptiles,
al acecho de su presa,
negociando en cada mesa
ideologías de ocasión;
siguen todos los raíles,
que conduzcan a la cumbre
locos porque nos deslumbre
su parásita ambición...
Antes iban de profetas
ahora el éxito es su meta;
mercaderes, traficantes,
más que náusea dan tristeza,
no rozaron ni un instante
la belleza...
Y me hablaron de futuros
fraternales, solidarios
donde todo lo falsario
acabaría en el pilón;
y ahora que no quedan muros
ya no somos tan iguales
tanto vendes, tanto vales,
viva la revolución...
Reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo,
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada
la belleza...