La Poesía es un Arma cargada de Futuro

Des de qu'Unitat d'Aran accedic ath govèrn deth Conselh e li panèren er Ajuntament de Vielha de forma pseudodemocratica, i a agut quauqui uns que mos an tildat de poètes, bohemis, artistes... com s'açò siguesse un defècte vitau. Eth pejor ei que quauquarrés pogue arribar a díder qu'un electriciste non pòt presidir eth nòste país; de hèt vos prepausi un jòc, cercatz quauqua carrèra universitària enter es 6 Conselhèrs Convergenti o enter era equipa de govèrn de Vielha, jo sonque en sabi trapar ua e ja sabem entà que la utilizaue, dilhèu me podetz ajudar se'e dèishi quauqu'ua. Vos pogui díder per experiéncia qu'a viatges er inepte mès gran ei eth qu'a mes títols universitaris, atau qu'açò non aurie d'èster ua premisa entà valorar es capacitats de gestion de cada persona.
Tanben i a agut mès d'un comentari que va mès enlà e que per ofensiu decidí non publicar. Aguesti comentaris semblen èster un clar exponent deth pensament retrograd des qu'auem governat Vielha e ena oposicion en Conselh.
Se seguissen per aguesta linha, lèu dideràn qu'èm es "hordas rojas marxistas anticlericales llenas de maricones".
Entà toti eri vos dèishi damb ua poesia de Rafael Múgica mès coneishut coma Gabriel Celaya, Enginhèr de profession e que compausèc ua des mies poesies preferides.

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.